Romanos 11,33-36
¡Qué abismos de generosidad, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondable sus decisiones y que irrastreables sus caminos!¿Quién conoció la mente del Señor?¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.
Pablo desbordado por la sabiduría divina, entona un canto de alabanza al Señor del cielo y de la tierra.
Utiliza diferentes citas bíblicas con la misma respuesta: ¡Dios!
Nos muestra, de alguna manera, que sólo podemos hablar de Dios así, con interrogantes que posibiliten expresar el asombro que sentimos ante el misterio santo que es Dios, y ante todo, misericordia y oferta incesante de salvación.