domingo, 22 de enero de 2017

Algo Nuevo y Bueno

El primer escritor que recogió la actuación y el mensaje de Jesús lo resumió todo diciendo que Jesús proclamaba la “Buena Noticia de Dios”. Más tarde, los demás evangelistas emplean el mismo término griego (euanggelion) y expresan la misma convicción: en el Dios anunciado por Jesús las gentes encontraban algo “nuevo” y “bueno”.
¿Hay todavía en ese Evangelio algo que pueda ser leído, en medio de nuestra sociedad indiferente y descreída, como algo nuevo y bueno para el hombre y la mujer de nuestros días? ¿Algo que se pueda encontrar en el Dios anunciado por Jesús y que no proporciona fácilmente la ciencia, la técnica o el progreso? ¿Cómo es posible vivir la fe en Dios en nuestros días?

En el Evangelio de Jesús los creyentes nos encontramos con un Dios desde el que podemos sentir y vivir la vida como un regalo que tiene su origen en el misterio último de la realidad que es Amor. Para mí es bueno no sentirme solo y perdido en la existencia, ni en manos del destino o el azar. Tengo a Alguien a quien puedo agradecer la vida.
En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que, a pesar de nuestras torpezas, nos da fuerza para defender nuestra libertad sin terminar esclavos de cualquier ídolo; para no vivir siempre a medias ni ser unos “vividores”; para ir aprendiendo formas nuevas y más humanas de trabajar y de disfrutar, de sufrir y de amar. Para mí es bueno poder contar con la fuerza de mi pequeña fe en ese Dios.
En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que despierta nuestra responsabilidad para no desentendernos de los demás. No podremos hacer grandes cosas, pero sabemos que hemos de contribuir a una vida más digna y más dichosa para todos pensando sobre todo en los más necesitados e indefensos. Para mí es bueno creer en un Dios que me pregunta con frecuencia qué hago por mis hermanos.
En el Evangelio de Jesús nos encontramos con un Dios que nos ayuda a entrever que el mal, la injusticia y la muerte no tienen la última palabra. Un día todo lo que aquí no ha podido ser, lo que ha quedado a medias, nuestros anhelos más grandes y nuestros deseos más íntimos alcanzarán en Dios su plenitud. A mí me hace bien vivir y esperar mi muerte con esta confianza.
Ciertamente, cada uno de nosotros tiene que decidir cómo quiere vivir y cómo quiere morir. Cada uno ha de escuchar su propia verdad. Para mí no es lo mismo creer en Dios que no creer. A mí me hace bien poder hacer mi recorrido por este mundo sintiéndome acogido, fortalecido, perdonado y salvado por el Dios revelado en Jesús.

José Antonio Pagola

domingo, 8 de enero de 2017

Únete a la revolución de la ternura

Dios lleva en su mismo código genético marca de la misericordia. "Dios es amor".La misericordia mueve toda la actividad de Dios, inspira toda la vida de Jesús y define la misión de la Iglesia.La misericordia ha de configurar toda la vida del cristiano: nuestra manera de mirar las personas y ver el mundo, nuestra manera de relacionarnos y de estar en una sociedad, nuestra manera de vivir la fe cristiana.Toda la enseñanza del Papa Francisco, por una parte, es una llamada apasionada experimentar la ternura de Dios Padre, por otra, a ser misericordiosos como el Padre con tanta gente abrumada por el sufrimiento, la injusticia, el rechazo, la exclusión, el descarte o la Soledad.          Ser cristiano entraña servir a la dignidad de los hermanos, por su dignidad y vivir para su dignidad.La misericordia consiste en ayudar a los pobres analizando las cosas que la generan y procurar a erradicarla puesto defecto intentar camino de Ávila. No se reduce a la para tica de la beneficiencia, si no que se ejecute de la justicia y denunciar la injusticia. No es dar lo que nos sobra, sino vivir con austeridad. Nos limita un compromiso individual, sino que exige una tarea comunitaria.Las obras de misericordia son tantas cuantas miserias encontremos en el propio camino. Tu prójimo es aquel que necesita tu cercanía, tu compasión, tus vendas, tu aceite, tu vino, tu cabalgadura, tus cuidados, tu tiempo, tu dinero.
El obispo Juan Antonio nos habla de las nuevas obras de la misericordia para el mundo de hoy: ayudar a descubrir la fe en Dios aquí no la tiene hola perdido; ayudar a mantener la unidad y fidelidad de la familia; mostrar a los jóvenes el verdadero camino del bien moral; respetar y proteger la vida humana en todos los tramos de su existencia; procurar empleo aquí no lo tiene.