martes, 1 de diciembre de 2015

Salmo desde el compromiso por el Reino




Tu Reino, Señor Jesús, habita dentro de mí
Tu Reino es como un tesoro escondido dentro de un campo;
Llevo en el fondo de mi ser la libertad y el amor
La justicia y la verdad, la luz y la belleza.

Llevo dentro de mi el amor del Padre, que me llama
La gracia de tu amor que me salva y libera
La amistad y comunión de tu Espíritu que me hace fuerte
¡Tu Reino Señor, habita dentro de mi: Gracias!

Tu Reino, Señor Jesús está en medio de nosotras
Tu Reino se ha hecho presente en nuestra comunidad
Lo llevamos en el fondo de nuestras relaciones como hermanas
La bondad y la ternura de tu Espíritu de amor.

Llevamos el gozo y la gracia de tu presencia resucitada
Llevamos la misericordia y la compasión de tu Padre
¡Tu Reino, Señor, habita en medio de nosotras: gracias!

Tu Reino, Señor Jesús, habita en nuestra Iglesia .
Tu Reino está presente en medio de los creyentes.
Llevamos en nuestros corazones la semilla de tu Palabra
Llevamos en el fondo de nuestro ser el amor de tu Espíritu.

Cuando compartimos los bienes, tu Reino se hace fuerte
Cuando oramos, tu Reino se manifiesta
Cuando ayudamos a los que sufren, tu Reino se desvela.

Somos, Señor, en tu Iglesia, fermento de tu Reino.
Somos, Señor, en tu Iglesia sal y luz
¡Tu Reino, Señor, habita en medio de la Iglesia. Gracias!

¡Tu Reino, Señor, habita en medio del mundo!
Tu Reino está presente-oculto en medio del mundo
Donde el amor es más fuerte que el odio, allí esta tu Reino!

Donde el perdón es más fuerte que la venganza, allí está tu Reino.
Donde la verdad es más fuerte que la mentira, allí está tu Reino.
Donde la justicia es más fuerte que la opresión, allí está tu Reino
Donde la libertad es más fuerte que la esclavitud, allí está tu Reino.
Donde la ternura es más fuerte que el desamor, allí está tu Reino
¡Tu Reino, Señor, habita en el corazón del hombres y mujeres que se aman. Gracias!

Tu Reino, Señor Jesús, será plenitud de Vida eterna.
Tu Reino está presente y llena la casa de tu perfume
Caminamos hacia tu Reino, Señor: anima nuestra marcha.
Caminamos con esperanza: alienta nuestro cansancio.

Caminamos con fe, con los ojos puestos en Ti: ven a nuestro encuentro.
Caminamos unidas como un solo pueblo: buscamos el rostro del Padre
Caminamos en busca de la nueva humanidad: anhelamos los nuevos cielos.

Caminamos como peregrinas en la tierra: seremos mujeres nuevas para siempre
¡Tu Reino, Señor, será pleno al final de los tiempos: Gracias!

Señor Jesús, danos tomar parte ahora, entre los hombres
En los duros trabajos de tu Evangelio de libertad
Danos la fuerza de tu amor
para ser testigos libres y gozosas del Reino que tu Padre nos ha dado
Un Reino para ahora y para siempre.

Contigo decimos al Padre. ¡Venga a nosotras, tu Reino!

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