sábado, 3 de marzo de 2018

El padre bueno

Lc 15, 1-3. 11-32.
“me pondré en camino adonde está mi padre”. La parábola del padre misericordioso nos presenta el rostro más amable de nuestro Dios. Es el Dios que se fía del hombre y le reparte su herencia, sus dones con generosidad. Sabe que lo puede malgastar y poner en peligro su misma condición de hijo, pero no deja de confiar. Es el Dios Padre que espera cada día el retorno del hijo que se ha marchado haciendo un uso erróneo de su libertad. También es el Dios que ama al hijo mayor y lo quiere en la mesa con deseo de disfrutar de todo lo de su padre. El hijo mejor conoce a su padre y, aunque es consciente de su mala actitud y siente vergüenza, decide emprender el camino de retorno. Ese es el camino de nuestra conversión: vivir nuestra condición de hijos y confiar en el Padre que nos ama y nos perdona siempre.