martes, 28 de octubre de 2014

Niño Jesús del siglo XXI

 

Se ha puesto de modo la imagen un niño Jesús de madrea policromada, de estilo barroco, con su cabecita adornada, con tres enormes potencias doradas. Me resulta curioso pensar que quienes ha escogido dicha imagen buscan transmitirla al viandante la buen noticia de que Dios nace de nuevo en Navidad. Pero yo no veo a un niño de carne y hueso. No vea a un niño desnudo, necesitado de calor, alimento, protección o refugio. No veo al Dios que se hace hombre. 


Yo veo un trozo de madera, antigua, inmóvil y con símbolo de poder extraños a los conceptos contemporáneos de humanidad, bondad, caridad, justicia, etc. ¿No sería más fácil de comprender, más directa, más transmisora, la imagen de un niño de verdad? Si a eso nos atreviéramos a añadir  contenido teológicamente irrefutable, cambiando su raza, mostrando a un niño en un ambiente desfavorecido, en situación de pobreza, de discriminación,, ¿no estaríamos tocando más el corazón y contribuyendo por tanto a una mejor transmisión ?
(López Romero, Mª Ángeles)


No hay comentarios:

Publicar un comentario